Aunque no lo entendí hasta
pasados unos cuantos años, aquella
obsesión que tenía la maestra me afectó más de lo que yo creía; escribir con la
derecha era lo normal y yo eso no lo hacía ¿Qué más da con qué mano escribir,
si la letra es bonita y clara? Era lo que quizás mi pequeña cabecita de cinco
años se preguntaba. El caso es que ya había aprendido en el curso anterior, o
mal aprendido, y usaba ágilmente mi siniestra mano con total libertad. Que
felicidad. Pero con aquella maestra llamada Teresa, todo cambió. La
recuerdo muy bien, aun hoy conservo su cara, está intacta en mi
memoria, como también sus métodos educativos. Cuando mi mano izquierda inmovilizada, amarrada en la
silla y sujeta con el cinto del “babi”
de rayas azules; entre mis muñecas y el respaldar del asiento, así estudiaba. Cruel.
Cierto. Antes de llegar a ese extremo, había usado el método también habitual
del toque; mi cabeza tocaba el pupitre una vez, dos o saber cuantas para que dejara de escribir con la zurda; descargar su
mano en la coronilla fue inútil. Toque, toque y retoque hoy y mañana pero no lo consiguió; y mi obstinación más la inesperada
tartamudez surgieron como ángel salvador, junto al médico y la siempre atenta
mirada de mi madre hicieron posible que la educadora dejara tranquila
mi cabeza y mi mano. Se prohibió
tajantemente que me obligaran a escribir con la mano que mi cerebro no quería usar, con el resultado d de mi tan aferrada condición de zurda, mocha, siniestra.
01 noviembre 2014
01 octubre 2014
LA SONRISA
Sonrío,
con que gusto sonrío; y no buscan mis labios llegar a la amplia sonrisa, ni si
quiera a la ruidosa carcajada, solo simple sonrisa. Ella estrecha y fina, la que domina deliciosa; la dueña. Ese tibio gesto que asoma y me acompaña mientras dejo atrás
las huellas de mis pasos para rendirle a la vida lo bueno, lo malo en un impecable
abandono, desterrado.
22 septiembre 2014
LA COCINA Y YO
No,
está claro y no hay duda: no me gusta la cocina. Nada. Entre los cacharros y un
puñado de ingredientes elaboro la comida; comida que mimo en el plato, así que
decoro con ese esmero que se presume debo tener en el proceso. Sin dejar de
mirar el libro de recetas y después de haber invertido un tiempo – para mí,
demasiado – en la preparación; pues bien, el resultado óptimo es que no debe quedar
nada, es decir, limpio igual a éxito. Aunque hay que explicar que no se me da
nada mal, he de decir que me gusta crear en otra esfera. Quizás porque me
gusta contemplar lo creado, dejarlo reposar, disfrutar del esfuerzo y que otros
también lo descubran y eso no ocurre con la comida: desaparece.
30 agosto 2014
EN LA PIEL DE OTROS...
– A mi los catalanes me caen mal.
Nuestras
miradas se cruzaron al mismo tiempo, no
entendíamos que aquel camarero considerara como gracia semejante comentario, instintivamente
miramos a nuestro amigo catalán, sin embargo, él se mostró indiferente ante aquel
desafortunado comentario que al parecer surgió para hacernos reír, y consiguió
todo lo contrario: las ganas de no seguir allí. Después de un instante de incomodidad,
el camarero poco profesional intentó arreglarlo, alegó que se trataba del
proceder de Pujol.
– Hombre por dios, no me toque los kinder. – pensé –.
Más tarde, y en otro ambiente mi buen
amigo me confiesa que ese tipo de comentarios y otros tantos semejantes son parte de su vida y que ya no le da
importancia alguna.
– Qué voy a
conseguir ¿enfadarme?
Y hoy, recordando ese episodio, es cuando tomo
conciencia de cómo pueden sentirse todas esas personas señaladas con el dedo;
por su color de piel; su nacionalidad; su religión…
21 agosto 2014
LAS LETRAS Y LA NOCHE.
Los papeles se amontonan en la mesa y sin embargo, a pesar de su invasión carecen
de todo orden; procuro mirar de soslayo porque de otra manera ya no puedo e
intento aderezarlos con el propósito de
que germine alguna remota idea, alguna palabra o una emoción fructífera que rompa la muralla. De cualquier modo
llegará pronto la noche, y es probable que se muestre bondadosa, y quizás, conceda la quietud
que tanto necesito.
11 agosto 2014
MADUREZ
Esta
madurez reposada, sin condiciones apenas; avanza despacio, entusiasta por los
sueños aun por cumplir. Aunque, alguna que otra vez, me gustaría ser aquella ingenua e ignorante de los
tropiezos.
26 julio 2014
EVOLUCIONAR
Evolucionar en la vida es una de las satisfacciones que más
alegrías me proporciona.
Hacía un tiempo que no entraba en
mi blog; pausas necesarias. Además, y una vez repasada alguna paranoias escritas,
me siguen gustando, aunque su escritura no es del todo buena, son momentos que deben quedar así, como están.
Hola blog mis_paranoias. He vuelto.
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