10 enero 2010

LA MARCHA DEL METRA


Me gusta terminar el día (los días) y estar llena de cosas, sensaciones tan bonitas que lo malo desaparece…Eso me ocurre hoy, al regreso de la Marcha del Metra. (con retirada en Chamorga con 6 ampollas en los pies y un dedo machucado). Sí, unos calcetines inadecuados…me cachis.
No sabría por donde empezar, siempre me parecen especiales y éste lo ha sido también. Por la gente, por el paisaje, por los compañeros. Este XXVII Metra lo pondré en la cajita de los buenos recuerdos por muchas razones, por ejemplo; que una sonrisa tiene mucho más fuerza que un ejercito, que los compañeros de montaña los sientes mas cercanos, abiertos, alegres con el comienzo del año montañero, que es casi esta Marcha (más razones, en otro momento).
El comienzo con muchas fotos de grupo, 150 amantes del andar entre veredas y güachinches, compañeros de otros clubes, añaceros a tope. Encontrarte con amigos que no ves desde tiempo, como el alpinista y amigo Juan Diego o los antiguos añaceros ahora padres y más, los primeros socios de UMA, nuestro primer Presidente Jesús ...y más que no nombro no por ser menos importantes sino por cuestión de espacio.
El tiempo meteorológico no importaba, o sí, pero ha podio más El Metra. Y una sorpresa, conectar en la emisora de radio, “El Día” de la mano de Pedro Millán y comentar lo que hacíamos estos dos días, un momento simpático y al mismo tiempo seriedad.
No quiero olvidarme de la noche y como techo las estrellas, ay, aunque esta vez aparecieron las lluvias, pero no por ello dejamos de seguir nuestro camino entre risas (que buen humor)
Me he llenado de abrazos y besos, entrañables, alegres, de risas a todas horas y un montón de fotos (y con estos pelos).
Como me gustaría saber que a tod@s les pasa lo mismo.
Qué tendrá esta Marcha que engancha...