Septiembre…
Comienza el ritmo frenético de la ciudad…los deberes, quehaceres, obligaciones, compromisos, horarios, visitas. Subir, bajar…, llamadas. Prisas y colas, ruidos y humos…
Después de estar cálidamente relajada y contemplando la luz del verano. Después de mirar al sol y a la luna con ojos lentos. Después de querer tocar la paz con las dos manos, mandar besos al aire, sentir la brisa de la tranquilidad…aparece septiembre.
Se llena la ciudad de gentío, de coches, de bocinas…mi ciudad. Un tic tac apresurado hace de las mañanas pesadilla. Comienza el día, los días de septiembre.
Queda atrás la serena calma…el descanso.
Se me antoja un mes incomodo.
Comienza el ritmo frenético de la ciudad…los deberes, quehaceres, obligaciones, compromisos, horarios, visitas. Subir, bajar…, llamadas. Prisas y colas, ruidos y humos…
Después de estar cálidamente relajada y contemplando la luz del verano. Después de mirar al sol y a la luna con ojos lentos. Después de querer tocar la paz con las dos manos, mandar besos al aire, sentir la brisa de la tranquilidad…aparece septiembre.
Se llena la ciudad de gentío, de coches, de bocinas…mi ciudad. Un tic tac apresurado hace de las mañanas pesadilla. Comienza el día, los días de septiembre.
Queda atrás la serena calma…el descanso.
Se me antoja un mes incomodo.
1 comentario:
ahhh regreso al mundo del silencio...que grite tu cuerpo a las tundras, que escape del viento gélido del ártico, que vuelva al ritmo tenue de no ser y no contar.
besos
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