02 diciembre 2009

DE REGRESO


En el camino de regreso a casa después del trabajo, todos los días desde hace unos cuantos años me encuentro al mismo individuo pidiendo en los semáforos. Es curioso que cuándo lo vi pude comprobar que era alguien que había visto sano y fuerte, se había instalado en la isla hacía poco con un aspecto saludable, y mis ojos vieron ahora a otro hombre.
Ayer, en mi habitual regreso de una jornada laborar siempre intensa, miraba através de la ventanilla del coche a ese individuo, mientras esperaba la luz verde, sumergida en el tráfico de la ciudad. Estaba sentado, el hombre al que observé con otros ojos, daba cabezazos, los pañuelos de papel en la mano, esperando el momento de venderlos, Lo vi en el mismo lugar de siempre, el que hace años controlaba. Si, lo observé y me vino un vuelco al estómago. Me di cuenta que había cambiado, si, lo veía todos los días, pero ayer lo observé mejor, su extrema delgadez decía su mal estado físico. Lo recordé alto y fuerte y durante meses ha ido deteriorándose…y ayer, es cuando he visto como una película a una persona apagarse, como si le quitaran un poco cada día los segundos de vida.
Me preguntaba donde estaba el cruce del camino para poder elegir bien. En qué momento él cambió y fue por el sendero del deterioro hasta el caos.
Me pregunto cuántas veces hemos estado, quien no ha estado, en un cruce de caminos para tomar la decisión mas certera, la correcta.
Unos tienen suerte y otros no…es una margarita que deshojamos o una ruleta con números…
Ver la vida pasar a pasos acelerados y un cuerpo secarse, concientemente y sigue luchando con sus pañuelos…
Me pregunto si yo en esa situación, podría luchar o me rendiría en la mas cómoda oscuridad para siempre..

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